Los besos del alma son particulares, se dan con tan solo una mirada, con tan solo un pensamiento, profundiza el ser y exterioriza la vida… Es lo que pienso…
Un beso eterno, donde se siente el aroma de tu aliento el aroma de madera y jazmín, dulce y amargo a la vez, mezcla indescriptible, sabor a ti, a tu piel a tu perfume… más allá del roce sutil y fogoso de nuestro labio se convierte y se transforma en una batalla estelar del universo…. Un encuentro de dos galaxias que libres andan, que libres…. Cada una con su sistema estelar, cada una con su sol… cada una con su autonomía…. Se consiguen en el espacio donde estallan de deseo, de pasión y de amor….
Sin preparación para esto nos alejamos de tal modo, que el magnetismo de nuestros cuerpos se repelen obligados, reprogramados… aun cuando debe permanecer unidos… es la realidad la que hace separar, la que hace vibrar…. La que hace ser y estar… ser y no estar…. Y no ser para estar….
Mis palabras aman la razón, al igual que la aman a usted hermosa dama… como se lo he dicho siempre… como mi corazón, mi alma y mi espíritu…. Qué decir de mi cuerpo…
Ante usted soy un hombre de carne y huesos… aunque aparente ser fuerte como el acero y débil como la hoja de un árbol, ante la brisa de su mirada, ante su presencia y ante sus besos y caricias, aun sin tocarme las siento en el fondo de mi alma soñadora, de inspiración que nace por usted dama hermosa…. Si estuvieses aquí, como el primer escrito de mi puño…
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